Soy un Nómada. Mis únicas Banderas son el cielo del día y el manto de estrellas en la noche. Mi Tierra está allí donde piso. Mi cultura es la que comparto e intercambio con las personas que encuentro en el camino. Mi himno es el canto de los pájaros, el susurro de los arroyos cristalinos y el bufido del viento en bosques y cumbres. Mi gente sois tod@s, aunque todavía no os conozca.

domingo, 27 de mayo de 2012

Bassibers. En la Tormenta.



Una vez llegados al Coll de la Geganta procedentes de Ulldeter, hemos subido la pequeña cota señalada en el mapa con una altura de 2595 m., confiando en tener una buena perspectiva de nuestra ruta directa al Bassibers. Lo que no esperábamos -sobretodo yo que voy con unas zapatillas de trekking ligeras- era encontrar el fondo del circo de Bassibers con tanta nieve...!

- ...ese flanqueo que va hacia el lago se ve con demasiada nieve...verdad?
- Puedo hacer unos crampones de emergencia con los calcetines gruesos que llevo en la Mochila...pero... jajaja.... (reímos los dos)

Ambos observamos la "Esquena d'Ase" que sube al Bastiments a nuestra izquierda. Se ve completamente limpia. Quizás tendremos que pisar algún resto de nieve... y antes de la precima también habrá nieve... pero nos parece una opción mejor. Aunque no estaba en nuestros planes, ES la mejor opción...

- ...por la Esquena d'Ase entonces. Vamos!

Y subimos a un ritmo rápido. Tal y como habíamos comenzado desde Ulldeter. A piñón... Sin dejar de hablar, porque somos habladores por naturaleza, nuestros pasos ganan metros con constancia y resolución ... Cada vez que salgo con esta compañera la sensación de equipo y complicidad es absoluta. Aunque desde Agosto no nos habíamos vuelto a encontrar en el monte...cuando hicimos el Vignemale por la Moscowa.

- Pasa tú primera y abre huella... -la nieve abundante que precede a la cima aconseja este cambio de "líder"... almenos ella lleva botas, que sin ser botas de alta montaña, son mejores que mis ligeros "mocasines"...

Alcanzamos la cima del Bastiments y nos encontramos con uno de esos panoramas que refuerzan el ánimo y enamoran el alma. Sin embargo, las nubes crecen a una velocidad de vértigo y nos aconsejan dar buena cuenta de una manzana y unas nueces -las barritas son una opción menos suculenta- y ponernos en marcha de nuevo a la mayor brevedad posible... Somos los únicos en tomar la cresta al Bassibers.... el resto de personas volverán sobre sus pasos... Pero nuestro objetivo real del día es el Bassibers. La subida accidental al Bastiments ha estado condicionada por la situación que hemos encontrado.


En menos de una hora estamos en el pico. Encontramos allá dos montañeros que han subido por el Pic de la Dona... Tomamos unas fotos y la lata de guaraná que últimamente me acompaña en las cimas. Apenas en dos minutos, comienza a llover...todo se vuelve gris oscuro profundo...Decidimos bajar rápido por la ruta que precisamente habíamos desestimado para subir...

- Chubas...
- Si?
- Si... esto va "a petar" pero ya...

Las negras nubes se han apoderado del cielo en un instante, rozando con sus panzas amenazadoras las cimas que, como el Bastiments cercano, ya no se ven...

CRAAAAASHHHHKAAAAAAAmmmmm.... (alguien puede haber quedado frito en el Bastiments -pienso...)

Si no has estado enmedio de una tormenta repentina en las cumbres... quizás no pueda ser capaz de transmitirte lo que se siente... Nuestros pasos aligeran rápidamente al tiempo que un granizo consistente golpea nuestros cuerpos y los relámpagos ciegan la Montaña...bajamos muy rápido...disfrutando relativamente del Mágico lago helado de Bassibers.. .La tormenta arrecia...

- espera... guantes!

Palabras cortas, gestos rápidos, toktoktoktoktoktoktok repica el granizo en la capucha...No por el frío, sino por los repetidos impactos, nuestras manos empiezan a perder la sensibilidad y la temperatura... asi que nos ponemos los guantes... EN la cresta que desciende de Bastiments también se ven algunas figuras en rápido descenso...yo recito en silencio pero con constancia un Om Mani Padme Hum que me sale de dentro mientras sigo la huella que abre mi compañera con mucho cuidado de no patinar...

CRAAAAAAAAKKKKKKKKKmmmm (este ha caido más cerca, por un momento el cielo ha sido blanco luz ...)

Me río de mí mismo al resbalar precisamente en el punto que habíamos desestimado cruzar para subir... Mis pies navegan dentro del charco de mis bambas... "No vuelvas a salir sin botas"...me digo a mí mismo en el momento crucial en el que detengo el resbalón y lo que habría sido una tontísima caída... Los granizos son ahora del tamaño de almendras...tomo una foto de mi compi que va delante como alma que lleva el diablo... la cámara se cierra varias veces ante los impactos de las piedras de hielo sobre el objetivo ... KRAAAAKKKKAMMMMMMMMM (al ladito...uf)


Pero tal como llegó... la tormenta se aleja.... Nada más ganar el Coll de la Geganta -completando así la circular- todo cesa y el Sol asoma entre tímidas rendijas azules... los pájaros rompen el silencio... Tomamos una ruta directa sin hacer caso de nada más que la intuición y el saber que delante nuestro a unos cientos de metros más abajo están las pistas de esquí -sin nieve- de Ulldeter que nos devolverán al punto de inicio...

Ya en el coche una sonrisa.

- Fua!... que increíble sensación ...
- ...pero otro día no me dejes salir sin botas...


Hoy un paisaje lleno de emociones se me ha quedado tatuado en el corazón...

sábado, 12 de mayo de 2012

Aproximación al Comapedrosa



Jueves. Una anulación de un "cliente" me ha supuesto un hueco de 24 hs... quizás puedo escaparme... Objetivo: salir de esta ciudad, estar en la Naturaleza, entrenar, y si es posible subir alguna Montaña. No es fácil decidirse mientras miro mapa tras mapa... Así que establezco el criterio: debe ser un sitio en el que no haya estado, lo más salvaje posible, y no demasido lejos de BCN.

Tres horas después estoy en Andorra. Son casi las 5 de la tarde. El termómetro en Andorra la Vella marca... 26º !!!...qué calor!... Observo el Comapedrosa desde el punto de inicio -Arinsal-... casi no se ve nieve por esta cara... me voy en zapatillas?

Afortunadamente no me he hecho caso y me he calzado las Botas. Nada más pasar los dos puentes que cruzan el Areny y el Comapedrosa -que bajan estripitosamente cargados e impetuosos- me encuentro el primer nevero. El camino, por momentos, se pierde en la nieve...y cuanto más subo, más nieve y menos camino. Las marcas colocadas en los árboles se ven... pero las marcas que hay en las piedras...no. Subo el valle paralelo al torrente que me acompaña con su sonido constante. Hacia los 1900m, todo es ya nieve, y sigo el camino más por intuición que por señales. Atravieso zonas que parecen restos de aludes, por lo caótico y lo revuelto, y en muchos lugares se abren roscos por sorpresa que me hunden hasta la rodilla, a veces más. La nieve está pastosa, húmeda... el Sol implacable me da de cara y se pone justo por el collado al que tengo que llegar. Por momentos, camino por encima de los rododendros que asoman entre el blanco, entre viejos pinos negros, entre gotones de sudor que chorrean de mi frente empañando las gafas... En las laderas de mi izquierda se ven varios restos de aludes: las Montañas se están deshaciendo como un helado. El calor es infernal.

Llegando al collado vuelvo a ver el camino limpio y las señales del GR. Cuando voy hacia él, me hundo de golpe hasta la cintura y quedo atrapado. Siento una torsión preocupante en las piernas -que no puedo mover- y paso unos segundos indeciso. La única solución es quitarse la mochila, y usarla a modo de "salvavidas" para poder salir del agujero. Mis instructores pensaron en todos los detalles, por lo que veo. Y yo retuve más de lo que podría recordar conscientemente. Salgo sin problemas y remonto el Collado. Me espera la sorpresa de ver el Cartel del Parque natural casi completamente enterrado... asi que almenos tengo 1,70 m de nieve bajo mis pies. Un valle precioso se abre ante mis ojos. Las Montañas, sin embargo, llenas de pequeñas avalanchas y purgas por doquier, me transmiten una gran duda: así que de seguir hasta cumbre dejando la mochila en la cabaña de pastores del valle... va a ser que no. Han sido casi 700 m de desnivel y quedan otros tantos...

Subo hasta el Refugio de Comapedrosa, que está cerrado. Espero encontrar un porche o un rincón en el que vivaquear, cuando para mi sorpresa descubro que puedo abrir una puerta y... es un espacio libre para 6 personas, con chimenea... sucio, lleno de basura... pero va a ser mi hogar hoy. Así que lo limpio con una rama de Pino, recojo algo de leña seca de los alrededores, y me pongo a fundir nieve -el agua está cerrada y de la fuente del exterior no sale ni gota- para beber y preparar la cena.


La noche llega pronto. Las estrellas de colores -aquí arriba se ven perfectamente rojas, verdes, naranjas, azules, blancas...- cantan una canción de cuna inaudible, aletargadora, susurrante. El viento se levanta. Y aunque no hace mucho frío, agradezco el refugio, el fuego, el agua, ...

Me levanto con la primera luz -que resulta ser la Luna y no el Sol, que todavía duerme perezoso- y preparo un desayuno energético. Siento molestias en la ingle derecha y en el tobillo un dolor agudo. Los "roscos" ya tienen eso. Producen estiramientos y sobrecargas. Incluso, si uno no progresa lento y con cautela -y yo diría que siempre con bastones en este tipo de terrenos- se puede partir una pierna fácilmente... Miro mi reloj altímetro estación meteo portátil...8º, Sol, Barometro 1026hpa... Demasiado calor para las 6 AM... Salgo fuera y contemplo el panorama: comparando las fotos de ayer, han habido más avalanchas esta noche. Hay lenguas por todas partes. Me recuerda mi experiencia de la Vall de Mulleres del año pasado. Hago un calculo: de 7 a 9 cumbre, de 9 a 11 descenso, de 11 a 13 desaproximo...mmmm..demasiado precipitado, ajustado al tiempo de que dispongo y stressante.. Valoro riesgos: no conozco la ruta, se ven aludes, mucha nieve blanda, me moveré lento y pesado en la hora de máxima insolación, tengo algunas molestias de ayer, y ...he venido a disfrutar la Naturaleza... el Comapedrosa se va a quedar donde está !!

No me cuesta demasiado tomar la decisión... Bajaré tranquilamente hasta el coche. Recojo y me pongo en marcha. Me despido del cartel enterrado en nieve del collado, de las Montañas y el Valle silencioso... Cuando desciendo y entomo una ruta procurando quedar fuera del alcance de posibles aludes, escucho enfrente mío el rumor de la nieve que cae de la Montaña como un trueno... ruuummmmmmmm.... Pasaré unos minutos después justo por el lado de las curiosas formas recién esculpidas ... Saboreo sin prisa el rincón de los Abedules, el canto de los pájaros de la alta Montaña,
el olor de los pinos y abetos, los juegos de Luces... el calor que ya axfisia.


24 horas después vuelvo a estar en la Gran Mancha Gris. Me resulta horrible el calor, la ausencia de vegetación apenas compensada con algunos árboles enfermizos, añoro el sonido y la frescura del río, me sobresatura la aglomeración de vehículos y personas...

En cuanto encuentre un hueco... me vuelvo a las Montañas. Y espero que esto, dure toda mi Vida, y que mi Vida sea larga para poder disfrutar del máximo número de lugares y momentos de ensueño.




Nota: 

Esta ruta en verano es muy transitada y fácil. Pero en condiciones como las de hoy, es algo más difícil y pesada. De todas formas, subir al Comapedrosa desde Arinsal son 1400 m de desnivel, por lo que se recomienda hacerlo en dos jornadas y tener cierta preparación física y técnica.

sábado, 5 de mayo de 2012

Gallina Pelada y Roca Blanca



Dave, un compañero de MADTEAM, subió la Gallina Pelada el martes o miércoles. Me lo comenta por xat:  "Está precioso, nevado, con nieve transformada, hay huella abierta..."

Me levanto sobre las 6 y me dedico a colgar un fotopensamiento en Psicopedagogía Activa, revisar las páginas del Face, etc. Mis labores, vaya.  Luego hago de padre, como todos los días. Cuando dejo al peque en el colegio el impulso es inevitable. Leo una reseña, me consigo imprimir un mini-mapa con la impresora que anda coja estos días vaya usted a saber por qué, y me llevo la mochila ligera que todavía no había deshecho...desde el viaje al valle de Echo... Tenemos nubes, pero la previsión no es mala del todo...arriesgo.

Tras dos horas de viaje, dejo la Tanqueta en la Font Freda y comienzo a caminar. Voy siguiendo las huellas casi todo el tiempo, ya que incluso abajo hay algo de nieve. Cuando llego al prado saliendo del bosque de pino, Les Planelles, continúo la pesada ascensión -si, se me hace pesada...- hasta llegar a los Rasos de Ensija. El paisaje es alucinante, quizás las oscuras nubes y el viento resaltan la belleza de esta serie de planos alpinos nevados y blancos como la leche. Como voy navegando intuitivamente y siguiendo las huellas, desestimo subir las lomas que veo a mi izquierda y delante, y busco directamente el Refugio. La Gallina Pelada, debe ser un pico redondo y de formas suaves que entreveo por momentos. En una hora y diez minutos estoy en el Refugio, que está cerrado. Había pensado todo el rato que si la tormenta se desataba, me metía en el refu, me tomaba un té, y a las malas me quedaba a pasar la noche, pero no...no va a ser así. Tomo unas fotos y me dirijo hacia la cima que espera. Cruzo unas huellas de un gran perro (lobo?) solitario que pasó quizás la noche anterior... Las observo un buen rato. El bicho iba caminando tranquilo, sin correr. Se dirigen al Sur, a cruzar la carena... Yo sigo mi camino hacia el W (aprox.). En algo más de media hora estoy en la cumbre de la Gallina, con el Pedraforca, el Cadí, el Moixeró...creo reconocer entre las nubes incluso el Carlit, y otros picos de la Cerdanya. El panorama impresiona. El viento y la oscuridad de las nubes, también.

Son esos momentos en los que te fundes absolutamente en el todo, en la nada, en los que te difuminas y pierdes la noción de tí mismo. Eres. No eres.

Devoro una banana y una lata de bebida isotónica. Observo la aérea cresta que se prolonga hacia el N-NW... Intuyo la cima de Roca Blanca. Como voy bien de tiempo y bastante bien de fuerzas, y la meteo aguanta, me decido. Disfruto la cresta como un niño en un columpio. El abismo a mi izquierda es como un espejismo. En algún momento en los que la atracción seria fatal, piso la nieve y flanqueo sin alejarme en exceso de la línea mágica de roca que cruza el cielo. Llego a Roca Blanca. Aquí hace tiempo que no ha venido nadie. No había huellas ni en la cresta, ni veo ninguna huella que vaya hacia ninguna dirección. Saco el mini-mapa del bolsillo. Intento orientarme, pero es difícil: no hay Sol, no tengo brújula -olvidé incluso el altímetro!- y GPS ...ya sabéis que no utilizo ese chisme. Intento "triangular" para deducir el rumbo, pero el mapa es tan escueto que es imposible tomar referencias más allá de un par o tres de km, y no encuentro ninguna clara. 

Aquí comienza el problema. Me planteo regresar sobre mis pasos, pero me apetece más completar la circular. Aguzando la vista sobre las formas dibujadas en el mapa, oriéntandolo lo mejor posible, y leyendo el terreno, intuyo cuál es la ruta a tomar. Recuerdo la reseña: Hay un camino marcado con hitos y pinturas que ... Pero paso un buen rato buscando ese camino señalado y lo único que encuentro son hitos dispersos y confusos. Primero pruebo de bajar directo a una carena marcada y evidente, pero recordando aventuras pasadas y al no ver ni hitos ni marcas, retomo mis pasos y vuelvo a la cresta. Durante minutos voy haciendo espirales, intentando encontrar más marcas o rastros...pero solo encuentro una aislada marca de pintura roja que sigue la cresta y algun que otro pequeño hito. El viento arrecia y las nubes se me comen... Desciendo la cresta, por momentos muy aérea, hasta que me doy cuenta de que por aquí, no va a poder ser. He perdido más de 20 o 30 minutos...y ahora la respiración se agita y comienzan a dispararse los pensamientos y latidos. Lo paro todo. Ya. Silencio.

Estoy en una posición incómoda en una pared de roca. Al apoyar el pie en un saliente, se desprende...y observo como cae Montaña abajo...crash croc crac... hasta que se pierde tanto el sonido como su visión. Me esfuerzo. Remiro el mapa. Recorro con el máximo enfoque que dan mis ojos todas las posibilidades. Respiro. Me centro. Alternativas?. La de volver a subir para retomar el descenso que desestimé es una de ellas. Sin embargo, puedo llegar a la divisoria haciendo una travesía en horizontal...si la nieve aguanta. Pruebo con un bastón... profunda, dura, estable. Hago un nido de golondrina con una puntera, bien anclado con mis manos a unos "cigronets" que han aparecido de la nada y suponen un agarre formidable...aguantan bien. Adelante pues.

Imagina. Unos 65º...o más de inclinación. Una caida que me llevaría de la nieve a un embudo de rocas húmedas relucientes que desembocan en un acantilado tremendo, mis pies van clavándose en la pared, los bastones acortados apuñalan la Montaña acompañando a cada paso, uno dos...veinte...treinta... Cuando llego a una zona más segura no quiero ni ver por dónde he venido. Sigo la travesía por las placas rocosas y algunos restos de nieve... y al fin, llego a la carena. Y delante mío, aparece un hito. Me dan ganas de besar al montón de piedras, de hecho, las acaricio.

No resulta sencillo orientarse y llegar al Portet. Sigo la carena sin adentrarme en el bosque aunque a veces me arrimo. Acabo llegando al collado tras un buen rato en el cual muchas veces paso momentos buscando el nuevo hito... Hago espirales sin alejarme, y siempre memorizando dónde estaba el último. Y así, voy avanzando con seguridad y sin prisa. Por momentos, el senderillo está marcado y puede seguirse sin dificultad, hasta que de nuevo desaparece...

Vibra el suelo. A través de la gruesa suela de mis botas me llega un rítmico tamborileo... tomtocotomtocotom... Pasa un Rebeco al galope, enorme y saleroso, a menos de cuatro metros ... Sigo su dirección...desciendo contento al ver el collado más cerca, y me giro para tomar fotos del "paso que nunca tienes que hacer".

Cuando llego al collado, en el que hay un corral y se abre la pista plana de tierra (GR-107), me tumbo debajo de un Pino Negro enorme. Cantan los herrerillos. Suena un trueno. Relampaguea en el Pedraforca. Ahora sí que me como el bocata de mortadela de pan duro, que me sabe a gloria divina, y un par de galletas con chocolate, y bebo agua. Un lujo. El mayor de los lujos!!


Regresar a la Tanqueta será cuestión de un buen rato de pista, en la que los Rebecos y los Buitres juegan conmigo al escondite entre los árboles del bosque y las gruesas y oscuras nubes del cielo.

Cuando todo acaba, y empiezo a conducir, comienza a llover.