Soy un Nómada. Mis únicas Banderas son el cielo del día y el manto de estrellas en la noche. Mi Tierra está allí donde piso. Mi cultura es la que comparto e intercambio con las personas que encuentro en el camino. Mi himno es el canto de los pájaros, el susurro de los arroyos cristalinos y el bufido del viento en bosques y cumbres. Mi gente sois tod@s, aunque todavía no os conozca.

martes, 1 de septiembre de 2020

Ascensión a Garmo Negro

La ascensión al Garmo Negro (3066 m.) es relativamente corta y técnicamente sencilla en verano, aunque implica salvar un desnivel de unos 1500 m. desde Baños de Panticosa y presenta algunos tramos complicados de bloques caóticos, muy habituales en las cimas altas de los Pirineos. Por este motivo una buena preparación física y una cierta experiencia son muy recomendables. Desde su cima se puede acceder al Algas, Algas Norte y al Argualas siguiendo una cresta fácil: con un poco más de esfuerzo, o bastante según sea el montañero/a, podemos coronar cuatro tresmiles en una sola jornada.  

Pico e Ibón de Anayet, Juanto Trek


Después de varios meses de encierro pandémico obligatorio, a mediados de agosto de 2020 nos permitieron, al fin, salir nuevamente a las Montañas. Decidimos ir a Panticosa. Los primeros días hicimos algunas salidas en familia para volver a acostumbrarnos a caminar más allá del supermercado más cercano. La aproximación desde el Portalet hasta la base de la Peña Foratata, la excursión hasta los ibones y el Pico de Anayet desde el Corral de las Mulas y la ruta al refugio de Respomuso desde el embalse de la Sarra fueron unas salidas de paseo y aclimatación bastante apropiadas y no poco interesantes, sobretodo la de Anayet, aunque el tiempo no nos acompañó demasiado. Volvíamos a respirar al aire libre, en la Naturaleza y sin mascarilla, con la vista perdida en el horizonte de picos y nubes. 

El día que la previsión meteorológica prometió buen tiempo, preparé una mochila ligera y salí muy temprano. Todavía era de noche cuando aparqué en el parking del Balneario de Panticosa. Un par de ambulancias militares y otros tantos camiones de transporte de tropas me dieron la bienvenida desde la oscuridad. No había nadie. Seguramente un grupo de militares habían salido poco antes. Empecé a remontar la pendiente siguiendo la misma ruta que ya utilicé en la ascensión a los Infiernos (clik), por la vía normal que pasa por la fuente de la Laguna y se dirige hacia la Majada del Argualas.  Era una ruta que ya conocía, por lo que la escasa visibilidad nocturna no suponía un problema, sino más bien una ventaja, al caminar con el aire fresco de las últimas horas de la noche.


Argualas y Garmo Negro, Juanto Trek


Llegando a la Majada de Argualas vislumbré en la distancia, mucho más arriba, los destellos de algunas linternas. Justo después comenzó a clarear el nuevo día y se ocultaron las estrellas. Pese a haber hecho la misma ruta hace unos años, la verdad es que no recordaba bien los pasos ni el camino y simplemente iba siguiendo los hitos más evidentes. Siguiendo los hitos hay que tener cuidado, porque hitos hay muchos y pueden llevarte a cualquier parte, así que consultaba el mapa, la brújula y el altímetro cada media hora para ir ajustando la ruta. Debía acercarme al collado del Argualas y no al collado de Pondielos. Afortunadamente, en el momento justo, a unos 2400m de altura, un rebeco apareció y me hizo un guiño acompañado de un bufido: “gira ya a la izquierda, a la izquierda”.


Argualas y Algas desde Garmo Negro


Al poco de girar al W ví una columna de soldados, unos 30, unos cientos de metros por encima de mí. Por lo visto se dirigían al mismo punto que yo. Aceleré el paso y en un rato llegué al pie del collado junto a ellos. Los militares se dirigieron al Argualas. Yo me dirigí hacia el Garmo Negro. Saliendo en ocasiones del sendero trillado, llegué a la cumbre triscando por las rocas con las primeras luces del día. Eran poco menos de las 9:00… había tardado algo menos de tres horas en subir. Frente a mí, en todas direcciones, cientos de montañas me saludaron entre las nubes. A muchas de ellas les devolví el saludo con el recuerdo de su cumbre… o del intento. Destacaban muy cerca los infiernos y su impresionante cresta blanca.


Garmo Negro, Juanto Trek


Tras hacer unas fotos y reponer fuerzas con un piscolabis rápido, descarté seguir la cresta para llegar al Algas y el Argualas. Recordé la frase de mi compañera durante la ascensión al Vignemale por la Moscowa: “yo no he venido aquí a coleccionar montañas” (clik). Sonreí para mí mismo, y me dispuse a deshacer el camino andado sin acumular más tresmiles en la jornada ni alargarla para asumir más riesgos sin demasiado sentido. La edad no perdona, y las lesiones ahora tardan mucho más en irse y mucho menos en llegar, así que hice la bajada tan diligentemente como pude cuidando muy mucho de no lesionarme, aunque algún tropezón o trompazo casi siempre es inevitable... sobretodo cuando no hay "caminos" y las grandes piedras "bailan".



Adelanté al grupo de militares durante el descenso. Conversamos brevemente durante una parada. Eran de la Compañía de Escaladores Esquiadores de Jaca. Para muchos de ellos era su primer 3000. La verdad es que poder ir a su ritmo, con 30 años más a cuestas, me hizo sentir muy bien. Seguir un programa de entrenamiento de fuerza y cardio durante todo el año me permite afrontar las salidas con mejores garantías.

Al llegar al Parking agradecí a los Apus el haber podido disfrutar de una nueva jornada para contar y recordar. Y fue entonces cuando sentí una extraña sensación acompañada de un intenso pensamiento: algún día, alguna salida, será la última montaña.

Por eso intento disfrutarlas siempre al máximo. Por eso siempre quiero regresar.

 

 Ficha Técnica MIDE según mis propias apreciaciones (sin GPS).

Inicio y final: Baños de Panticosa (1637 m) 
Altitud Máxima:  Garmo Negro (3066 m)
Desnivel: 1429 m. 
Distancia total: aprox 6 km. 
Horario:  2h 50' subida + 2h 30' bajada 

-Dificultad: 3  -Cantidad de esfuerzo: 3  -Severidad del medio: 3  -Orientación en el itinerario: 3