Soy un Nómada. Mis únicas Banderas son el cielo del día y el manto de estrellas en la noche. Mi Tierra está allí donde piso. Mi cultura es la que comparto e intercambio con las personas que encuentro en el camino. Mi himno es el canto de los pájaros, el susurro de los arroyos cristalinos y el bufido del viento en bosques y cumbres. Mi gente sois tod@s, aunque todavía no os conozca.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Les Agudes (por Els Castellets)


Recién llegado de Andorra. Con dos días de estancia en la Gran ciudad he tenido más que suficiente...me siento como si nunca hubiese salido de la mancha Gris de Cemento y Asfalto... Navegando por la red, encuentro un mensaje de Mirlo que aparece como una revelación salvadora de almas:

" Voy a subir esta tarde Les Agudes por els Castellets, alguien se apunta?"...

Primero doy la excusa del coche: "es que...",  pero Ricard me tira por los suelos la coartada: " ya paso a buscarte!"...Mi respuesta no tarda: " Hecho!"

Y a eso de las 16.30 comenzamos a caminar. Salimos del párking de Les Ferreres, antes de llegar a St Marçal, en la carretera de Sta Fe del Montseny. Finalmente somos 4 "stressados"... Mirlo, Ricard, Damià y yo. Hay niebla. Los bosques se cubren del manto etéreo, la Montaña, más allá, todavía no se intuye... Hace mucha calor y sensación de humedad que nos pone a sudar a chorros...


Tardaremos una media hora o más en llegar -tras algún rodeo extra, jeje- al pie del primero de los Castellets. En definitiva es una Cresta de roca, aserrada, con varias puntas que hay que ir subiendo y bajando -por eso el nombre de los Castellets-. Los pasos no son excesivamente complicados (II como mucho?) pero la sensación aérea es importante en algunos momentos y hay que moverse con diligencia y eficacia... En invierno, según me han comentado, la cosa cambia mucho, y puedes encontrarte en dificultades según el hielo, la nieve, el viento, la meteo en general... Así que habrá que probar en invierno!!! :)



Y vamos progresando. Solo hay otro grupo de 4 con el que vamos coincidiendo a momentos. Por lo demás, cuando tu mano se agarra a la roca, tu vista busca la próxima presa, y tus pies te impulsan arriba...no hay más...Ya sabes...ese estado de felicidad absoluta, de serenidad... Y si además al levantar la vista entrevés otra roca, otro montículo, una montaña, entre los jirones de niebla que pasan navegando...la cosa toma un aire como dulzón...sabroso, casi dirìa que místico... Y una vez vuelves a tu consciencia, continúas progresando para volver a abandonar tus pensamientos al viento...ahora abajo...cuidado...ya está!...



A las dos horas entrevemos la cima de las Agudes que se nos abre en el cielo azul... Y en unos minutos, la última trepada nos pone en su cumbre. Allí, nos entrechocamos las manos, sonreímos, bebemos y comemos algo, charlamos, fotografio, colgamos la bandera del Club...esas cosas que se hacen en las cimas...por pequeñas y modestas que sean, hay unos rituales marcados que se repiten siempre, o casi siempre.



Tras un buen rato sobre las Nubes, comenzamos la bajada. En principio seguiremos el mismo cordal de rocas pero esta vez por el sendero "fácil", sin trepar ni destrepar Castillos... Y así -aunque hay un par de momentos en los que el sendero se pierde y nos tenemos que espabilar para encontrarlo- en un par de horas estamos en los coches con la excusa perfecta para tomar una bien merecida cerveza helada...y nos despedimos del Bosque Encantado, de la Montaña Humeante...con el ánimo ciertamente restaurado.