Soy un Nómada. Mis únicas Banderas son el cielo del día y el manto de estrellas en la noche. Mi Tierra está allí donde piso. Mi cultura es la que comparto e intercambio con las personas que encuentro en el camino. Mi himno es el canto de los pájaros, el susurro de los arroyos cristalinos y el bufido del viento en bosques y cumbres. Mi gente sois tod@s, aunque todavía no os conozca.

sábado, 8 de diciembre de 2018

Puigmal, again Puigmal

El Puigmal. La vía normal de ascensión es la arista izquierda. El descenso por la coma del embut sería la vaguada anterior a la arista derecha.

Ruta circular para ascender el Puigmal (2913 m) por la vía normal y descender por la Coma del Embut.  

El tiempo transcurre implacable. Me sorprende a mí mismo pensar que hace ya seis años que no había subido el Puigmal. En estos últimos 3 años un montón de cambios en mi vida han convertido lo que era una costumbre, salir a la montaña, en breves y esporádicos regalos. Quizás por eso, por la falta de costumbre, el Puigmal me pareció hoy una ascensión más dura de lo que recordaba. No me encontré especialmente fuerte: aunque sigo entrenando dos o tres días por semana, en esta época del año reconozco que hago poco cardio y me centro más en trabajo de fuerza, al contrario que ocurre durante la primavera y el verano. Si, continúo haciendo montaña, pero no como antes: ahora son solo unas pocas salidas al año, y sobretodo en verano, cuando encuentro más tiempo para compartir con las grandes blancas.

Hoy las condiciones de la montaña eran óptimas para ser un día de finales de otoño. Un Sol espléndido, un cielo azul luminoso,  rachas de viento moderado no muy frío, una temperatura agradable entorno a los 4º y nieve a partir de los 2400 metros. Desde una costra de nieve muy dura en las zonas más altas a colchones espumosos de nieve polvo en algunas congestas y palas. Crampones y piolet resultaron imprescindibles, más aún al realizar la ruta en solitario y a elegir el descenso por la coma del embut, siguiendo mi intuición y los recuerdos de una salida anterior de hace ya siete largos años. De hecho, tuve que improvisar una vía de escape al no tener demasiado claro por dónde transcurría el sendero que conducía al aparcamiento de Font Alba.

A primera hora del día, la subida a la cima por la vía normal me llevó dos horas y poco. La bajada serían después otras tantas. A buen ritmo desde el principio, solo paré unos minutos para ponerme los crampones, a 2450 m de altura. Se quedaron en mis botas hasta casi finalizar la circular. Sin crampones, la travesía habría sido impracticable y extremadamente peligrosa. El piolet fue de gran utilidad en varios momentos, quizás más bien imprescindible en algunos largos flanqueos algo expuestos a pendientes pronunciadas, durante el descenso, en la Coma del Embut. Una zona que tiene sus riesgos si no se conoce.


Material imprescindible para practicar alta montaña en condiciones hivernales... 


En un momento dado durante el descenso, a unos 2350 m. de altura, empecé a tener mis dudas sobre el itinerario. Entonces, unos rebecos se me cruzaron por delante, mostrándome una diagonal que sin demasiada exposición me llevaría directo a la arista, desde dónde podría alcanzar el "párking" de Font Alba sin problemas. Lo más elegante habría sido seguir el camino directo, pero al no encontrar hitos ni huella abierta, opté por asegurarme, arriesgando un poco, haciendo un último esfuerzo. Me sentí pequeño allí, en aquel momento, rodeado por las moles blancas, inmerso en el silencio más profundo, tapado por las sombras de las montañas. Agradecí, con un guiño y una sonrisa, la señal de los rebecos y remonté la pendiente sin dudarlo.


Panorámica excepcional desde la cima...

La Olla de Núria...

En el fondo de mi mochila esperaban pacientes un hornillo, el cazo y unas raciones de té, una funda de vivac y el kit de emergencia, manta térmica incluida. La probabilidad de pasar una noche en un refugio de nieve levantada, tipo quenzee, se desvaneció por completo, afortunadamente. Pero nunca se sabe, hay que andar por ahí arriba siempre bien atento y preparado. En el momento de llegar a la arista no me sobraba para nada ese medio quilo de equipo.

Al amanecer un corzo me salió al paso en la cada vez más maltrecha pista que lleva de Queralbs a Font Alba. A medio día los buitres pasaron sibilantes ante mis ojos mientras reponía energías tranquilamente con un apetitoso picnic casero, observando el mar de niebla que no desaparecería en toda la jornada allá abajo, hacia el sur, en las tierras de Osona. Si los rebecos me acompañaron en la parte más difícil de la ruta, las chovas me acogieron con simpáticos chillidos al salir de la diagonal y llegar a la arista, donde pude observar con descanso el grupo de vehículos brillantes aparcados a lo lejos. 

Me tumbé al Sol, feliz y contento de haber regresado a la Naturaleza otra vez. Las marmotas, hibernando en sus guaridas, solo eran una deliciosa ausencia en silencio.

Otro Puigmal. Siempre diferente, siempre intenso. Again...





(MAPA NO DISPONIBLE)

Ficha Técnica MIDE según mis propias apreciaciones (sin GPS).

Inicio: Font Alba, Queralbs (2100 m) 
Final: Ruta circular
Altitud Máxima:  Puigmal (2913 m)
Desnivel+ Acum: 950 m. Desnivel- Acum: 950 m
Distancia: aprox 7 km. Horario:  4:20 hs

Dificultad: 3 Cantidad de esfuerzo: 3 Severidad del medio: 3 Orientación en el itinerario: 3