Soy un Nómada. Mis únicas Banderas son el cielo del día y el manto de estrellas en la noche. Mi Tierra está allí donde piso. Mi cultura es la que comparto e intercambio con las personas que encuentro en el camino. Mi himno es el canto de los pájaros, el susurro de los arroyos cristalinos y el bufido del viento en bosques y cumbres. Mi gente sois tod@s, aunque todavía no os conozca.

sábado, 24 de enero de 2015

Pic de la Dona: por la igualdad.


Ascensión en solitario al Pic de la Dona (2704 m.). Después del accidente que sufrí el 5 de diciembre (ver relato)  y que supuso una rotura fibrilar de primer grado en el gemelo interno y el soleo, ésta iba a ser mi primera Montaña del 2015... tras un largo programa de 8 semanas de rehabilitación. 

Era uno de los pocos días en los que la meteorología estaría de mi parte, ya que las previsiones para el fin de semana anunciaban fuertes vientos y la presencia del Torb*. Así que me dispuse a acometer una subida técnicamente fácil, no demasiado larga y con equipamiento de alpinismo. Esta vez los esquís se quedaban en casa, por si acaso. Me lo planteé como un entrenamiento en altura y una prueba de resistencia para mis gemelos...

Desde la estación de Vallter 2000 remonté hacia la Portella de Mantet. Una vez allá, giré al NW para seguir la cresta que me conduciría hasta la cima. Si bien la subida hasta la portella no presentó demasiada dificultad, al comenzar la cresta el viento de entre 20 y 30 km/h sostenidos y el intenso frío (-7º en la cumbre, sensación térmica de -20º) añadieron un poco de sal y pimienta al asunto. Las placas de hielo ocasionales, algunas zonas con hasta 50cm de nieve y tramos en los que asomaban las duras rocas hicieron el resto.

Solo encontré a un grupo en todo el trayecto: descendían sin hacer cumbre equipados con sus raquetas. Llegando yo a la antecima (cota 2565) nos tropezamos e intercambiamos unas palabras. Ellos iban sin crampones, sin piolet, sin casco, sin... muchas cosas imprescindibles en una montaña como ésta en pleno invierno y con las condiciones meteorológicas reinantes. Pese a su invitación, decliné acompañarlos en retirada  y continué el ascenso. Era la 3a ocasión que subía a esta Montaña, con unas vistas magníficas sobre el Canigó y el circo de Ulldeter, así que conocía la ruta a la perfección. Mi preparación física era buena, mi preparación psicológica también, la estrategia había sido acertada al partir con equipo de alpinismo en lugar de esquís, y mis conocimientos técnicos debían ser más que suficientes para acometer este ascenso. 


En un momento dado, tras dejar atrás la cota 2565, me lo pensé dos veces: el viento arreciaba y el Torb por momentos se metía de lleno en la Montaña anulando totalmente la visibilidad. El miedo apareció. Pero un análisis concienzudo de todos los aspectos, de la meteo, de mí mismo y del entorno, me animaron a seguir adelante con todas las precauciones y una firme convicción.

Tenía un motivo: quería subir precisamente esta montaña para dedicar el esfuerzo a Dona Alpina (visita la web). Un Club mayoritariamente formado por mujeres alpinistas, escaladoras, corredoras, etc que reivindican la igualdad de la mujer en el deporte. Algo que, como todos sabemos, tiene todavía un largo camino por recorrer...

Hice cima, y bajé rápidamente con la sensación interior de haber cumplido mis objetivos del día.



* Torb: Palabra catalana de origen latino que significa "remolino". Designa el fenómeno de nieve en suspensión levantada por vientos fuertes en días de bajas temperaturas. Se considera un tipo de tormenta severa que, desafortunadamente, se cobra vidas cada año en nuestras montañas.