Soy un Nómada. Mis únicas Banderas son el cielo del día y el manto de estrellas en la noche. Mi Tierra está allí donde piso. Mi cultura es la que comparto e intercambio con las personas que encuentro en el camino. Mi himno es el canto de los pájaros, el susurro de los arroyos cristalinos y el bufido del viento en bosques y cumbres. Mi gente sois tod@s, aunque todavía no os conozca.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Ascensión al Moncayo.


Ascensión al Moncayo Fast-Hiking. (Agosto 2014)

Hace más de 20 años que estuve aquí. De hecho fue una de las primeras montañas que subí. Recuerdo que tardé algo más de 2 horas y media en llegar a la cima desde el Santuario y que la bajada supuso algo así como hora y cuarto: era lo que marcaban las reseñas que había leído. Pero sobretodo recuerdo que me sentí feliz allí arriba. Es lo poco que recuerdo de aquel día... el tiempo pasa y la mente olvida.

Así que cuando he tenido la oportunidad de subir de nuevo, no me lo he pensado dos veces. Veníamos viajando procedentes de la Sierra de Gredos, en la que subí también en solo el Almanzor (próximo relato), y paramos en el parque natural del Moncayo para pasar un par de días y probar suerte.

Desde que vi la cima esa misma tarde supe que iba a subir. Aunque en el pueblo me avisaron de que no subiera solo, que tuviera cuidado con la niebla, que ... No hice ningún caso. Realmente el Moncayo puede tener sus peligros si sopla el cierzo o la niebla se espesa, más aún en invierno al subir las rampas que dejan a un lado la hoya de san miguel... Pero en verano y pese a una fina capa de nubes bajas, el problema puedes tenerlo si resbalas, te tuerces un tobillo o si ocurre alguna calamidad imprevisible. Así que el riesgo era perfectamente asumible: es el riesgo inherente a vivir.



Dejé el vehículo en el Parking de Hoya Seca y caminé el escaso kilómetro hasta el Santuario del Moncayo. Allí, le eché una rápida ojeada a las paredes y las vías de escalada y seguí mi camino. Comencé la subida entre los pinos respirando el aire puro y llenándome con el silencio. Poco a poco fui acelerando el paso hasta llegar a una velocidad de crucero... Ayudado con los bastones, y con el entrenamiento de alta intensidad al que me he dedicado este último año, las parejas, tríos, grupos y cuadrillas que aparecían por delante se quedaban por detrás en unos segundos. Al ritmo de mis propios latidos absorbía intensamente el paisaje por todos los sentidos. Hice apenas dos fotos, tomé un breve trago de agua y continúe remontando las pronunciadísimas rampas hasta la cima del cerro san Juan. Allí tomé un respiro de algunos segundos para enfocar mi vista sobre la siguiente cima...

Al fondo destacaba el Moncayo -o San Miguel- esperando impertérrito sobre un mar de nubes. En unos minutos cubrí la divisoria y llegué al objetivo. Miré el cronómetro: 62 minutos de subida. Contemplé el mar de nubes: increíble (ya sabes lo que se siente). Pedí a unos montañeros que me hicieran una foto en la cumbre: salió borrosa. Hice mi panorámica de rigor para compartirla contigo: es la foto del comienzo de este relato. Tomé un trago de agua: soplaba fuerte el viento y me puse la chaqueta. Cogí mis bastones y comencé a trotar hacia abajo como un cabritillo juguetón...

Solo fueron 45 minutos de descenso. En algo más de 1h y 45 minutos había subido y descendido el Moncayo. Veinte años después, dos horas menos.

Y si te digo la verdad, creo que al ir más rápido las sensaciones positivas se multiplican. 

Debe ser la edad... o que me queda menos tiempo y quiero aprovecharlo al máximo.



Ficha Técnica según MIDE, Montaña Segura: Moncayo. (Folleto informativo)
Inicio-Final: Santuario del Moncayo (1610m) Altitud Máxima: Moncayo (2314m)
Desnivel: 720m Distancia: 7,6 km. Horario: 3h 50min.
Dificultad: 3 Cantidad de esfuerzo: 3 Severidad del medio: 2 Orientación en el itinerario: 2.

Mapa...(clik)