Soy un Nómada. Mis únicas Banderas son el cielo del día y el manto de estrellas en la noche. Mi Tierra está allí donde piso. Mi cultura es la que comparto e intercambio con las personas que encuentro en el camino. Mi himno es el canto de los pájaros, el susurro de los arroyos cristalinos y el bufido del viento en bosques y cumbres. Mi gente sois tod@s, aunque todavía no os conozca.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Baumes Corcades


Cuelgo literalmente de la baga de seguridad que he conseguido anclar a una grapa de la ferrata en el último segundo. De no haberlo hecho, seguramente la más que segura caída la habría parado la disipadora y todo habría quedado en anécdota y un fuerte tirón lumbar. Pero ahora, aquí colgado, oscilante, respiro y me relajo confiando plenamente en la cinta tubular y el mosquetón que me unen al cielo y la vida... Bajo mis brazos entumecidos e intento hacer llegar algo de sangre y energía a las manos bastante agotadas. Aviones roqueros pasan a mi lado en un vuelo rápido... quién tuviera alas!... Hacia abajo hay un montón de metros. Hacia arriba ya se intuye el final de este tramo -"L'Esperó" - una vez que consiga sobrepasar este desplome aéreo y expuesto. No hay otra: o pasas o pasas!!. Observo el paisaje en el horizonte. Crecen nubes muy lejos: por esto no habrá que preocuparse. Tengo sed, mucha sed, pero hasta que salga de aquí no voy a poder beber una gota. El sudor me chorrea entre las gafas y los ojos, y la sal escuece, pero no hay más remedio que aguantarse... Miro a mi compañera que espera en el flanqueo por debajo de mí con los pies en dos presas minúsculas de roca y las manos aferradas al cable. Nuestras miradas se encuentran...

- Vamos Juanto!
- Voy!

Y dicho y hecho, trepo como puedo tras desanclar la baga y pasar los conectores a la siguiente tramada. Cuando llego arriba, abro la mochila y me rehidrato casi con desesperación. Guardo la mitad de la bebida isotonica para mi compañera. Espero. Y respiro. He salido...


Hace casi tres horas que comenzamos la Ferrata de les Baumes Corcades (Centelles). La aproximación inicial: un paseo de cinco minutos. Los primeros tramos verticales: bastante selectivos...como dejando claro que no va a ser ningún juego. El puente nepalí, una gozada bamboleante a prueba de vértigos. El larguísimo flanqueo: largo, muy largo. Diría que la mayor parte de la Ferrata se ha desarrollado en flanqueo, pero eso también cuenta y cansa.


Al llegar a las variantes de la Tosquera (facil) y l'Esperó (Dificil-Muy dificil) nos hemos sentido con fuerzas suficientes y con "mucha" confianza en nuestras aptitudes trepadoras. Así que hemos optado por la variante dificil. He subido de primero y me las he visto y deseado para superar los primeros tramos, con un desplome poco acentuado y ausencia de grapas que me han obligado a buscar presas en la roca... y a agarrarme del cable. En este tramo, la baga de seguridad también ha hecho su trabajo. Ahora, una vez superado el "escollo"... solo pido y pienso que lo que nos queda por delante no se le parezca en absoluto!!...please!!

Y si. Una vez reunidos nuevamente tras superar el Esperó, continuamos la Ferrata, que desde el comienzo alterna tramos de cable con tramos de sendero. Solo nos queda cruzar una pista y afrontar "la escalera". Esta vez es Crisu quien va de primera. Escucho sus gruñidos desde abajo del desplome -no puedo verla- y la escalera de hierro. Parece que va a ser duro otra vez. Así que subo con calma. Me sorprenden unos mensajes escritos en la Roca. Tomo unas fotos. Subo la escalera y me "como con patatas" el desplome final...uf...


Nos queda solo un paseo de dos minutos hasta la cumbre, pero antes hay que superar un tramo de tres metros más de hierros que hacen que un escalofrío recorra mi espalda: pese a los guantes, tengo las manos hechas cisco... tal y como avisaban algunos foreros de www.deandar.com en la reseña que estuve mirando


Pero ya está. Ya estamos arriba. Algo más de 3 horas y cuarto. Nos queda la bajada de 40' por el sendero marcado en amarillo en el que todavía encontraremos alguna grapa y alguna cuerda fija. Pero ahora, ahora dejamos volar nuestra mente con los cúmulos que crecen en el Montseny delante nuestro... y nos arrullan los truenos de las tormentas que han tenido la condescendencia de crecer más allá de les Baumes Corcades, del Puigsagordi.

Otra Ferrata. Otra experiencia. Otra vez probando la vida. Otra vez una Montaña Pequeña que ha demostrado que lo importante no es la altura...sino la vía que se escoge para llegar a cumbre, y sobretodo la voluntad de sobreponerse a lo que parece imposible.

*****

Nota:

Ojo con esta Ferrata, sobretodo con el tramo del Esperó donde se requiere buen estado físico-psicológico y conocimientos técnicos. Está debidamente marcada y señalizada, y con unos carteles de AVISOS  que no debes menospreciar.