Soy un Nómada. Mis únicas Banderas son el cielo del día y el manto de estrellas en la noche. Mi Tierra está allí donde piso. Mi cultura es la que comparto e intercambio con las personas que encuentro en el camino. Mi himno es el canto de los pájaros, el susurro de los arroyos cristalinos y el bufido del viento en bosques y cumbres. Mi gente sois tod@s, aunque todavía no os conozca.

lunes, 20 de agosto de 2012

Cable de Vida



El objetivo del fin de semana era subir al Posets. Sin embargo, mientras hacíamos tiempo para esperar a que el Sol bajara y las temperaturas elevadísimas refrescasen un poco, acabamos decidiendo abortar misión... mis aductores me habían dado un par de avisos en cuatro gestos tontos al subir y bajar unas rocas, el guarda del refugio nos había confirmado que estaba "totalmente lleno", el calor y la tremenda insolación eran casi satánicos... así que tomamos la sabia decisión de pensar en otra cosa.

Esa tarde, simplemente nos la tomamos de relax, y buscamos un cámping en el que montar la tienda que por si acaso viajaba con nosotros en el coche.

Tras el desayuno, nos dirigimos a la recepción para ver qué era lo que se podía hacer por las inmediaciones. La información sobre la Ferrata del Castellaso nos llamó la atención enseguida. De hecho, la podíamos hacer saliendo directamente desde el cámping, y aproximarnos a los hierros no nos iba a suponer más que 20-30 minutos... Dificultad media, 4 desplomes, 280m de recorrido, 180m DN+Ac, 2hs de realización, 30 minutos de descenso... Habíamos encontrado el objetivo de la jornada, si mis aductores aguantaban.

Hicimos tiempo con un poco de Kayaking en el pantano de Eriste, donde hicimos brazos y mente con las culebras acuáticas y los patos que dormían en un recodo mágico de la gran masa de agua que se calentaba bajo un Sol del Sáhara. Después de comer algo a mediodía, comprobamos visualmente que la pared que nos esperaba seguía bajo los rayos directos de la estrella. Había que esperar un poco más. Finalmente, sobre las 6 de la tarde, nos equipamos y empezamos el ascenso.

Los espinos nos cortaban el paso. Arañados, llegamos sin embargo al inicio de la vía sin ninguna dificultad. Unos grandes trozos de mecanismos de hierro de lo que antaño formaba parte de la maquinaria de la cantera nos sirvieron para encontrar el senderillo directo, y allí, el "cable de vida" que marcaba el inicio de la Ferrata.

Clac clac...mosquetones pasados, repaso de normas básicas: dejar un tramo libre entre ambos, confianza, respiración...nos vemos arriba!


Al principio es muy sencilla. Incluso con algunos momentos en los que simplemente se camina enganchado echando alguna mano a una presa evidente. Luego comienza la verticalidad...pero subir con la ayuda de los peldaños metálicos hace que sea un relativo "juego de niños". Subimos y subimos. Vamos rápidos. Algunos tramos requieren de tocar la roca de forma obligada...De tanto en tanto me giro y hago alguna foto del paisaje o de mi compi que por momentos se está acordando de mi família...jeje... Y llega el primer desplome. Hay que tirar bastante de brazos, superar el vértigo y callar la vocecita que dice que saques la cuerda y montes un rappel para escapar. Le recuerdo a la vocecita que la cuerda que llevo en la mochila es de solo 20m, demasiado corta, la llevo más que nada por si aca... por aumentar la confianza diría. Supero la barriga y espero ensimismado por las vistas que mi compi supere el paso. Escucho alguna imprecación variada, ...finalmente lo supera y continuamos.


En el tercer desplome el corazón ya me late más agitado. Los brazos, lejos de estar agotados, están rígidos. Miro mis manos que se aferran a los hierros con una fuerza tal que se funden con el metal: me las tendrían que cortar para soltarme. Miro de nuevo atrás, abajo...el centenar de metros verticales de piedra recorridos por la linea de vida...Observo el peldaño que tengo que agarrar, situado encima de la D que forma la roca, miro mis pies que se encuentran en la parte inferior de la misma... no sé si... y ... uuupss!! no puedo!!... la disipadora improvisada que hemos confeccionado con unas cintas y mosquetones se ha trabado!!!

Es un momento de respirar, de analizar a velocidad de Halcón el qué está ocurriendo... Y simplemente ocurre que he olvidado pasar los mosquetones en el último tramo... Tan concentrado estaba en superar el desplome que me olvidé de los mosquetones!! Nooo!. Retrocedo, los paso, y me doy el gran lujo de repetir este tramo que esta vez ni me pienso...up up up!... Listo!...Bien!..Uf!

Unos minutos y otro desplome más. La boca está seca y los brazos son de acero. Un tramo final en el que sobra el cable por la sencillez... una pequeña cumbre que abre un horizonte impresionante de los Pirineos a todo nuestro alrededor... un abrazo, las sonrisas, la adrenalina que corre a borbotones y nos hace saltar como chivos locos...más risas y risas... un trago de agua reparadora... buscamos con la vista de rapaz el sendero que nos devuelva abajo...

Hemos tardado solo 50 minutos. Hemos volado. Hemos triscado como lagartos. Hemos estado vivos... y a mí, ahora, mis aductores empiezan a recordarme que necesitan reposo mediante una especie de latidos agudos y punzantes... Mientras subía, han estado absolutamente callados y dormidos. Mientras subía, no había dolores. Mientras subía, solo sentía una intensa sensación de Vida y Libertad.



****

No había hecho una Vía Ferrata nunca. Algún recuerdo tengo de ejercicios en pequeñas "vias de entrenamiento" en las que aprendí los conceptos y técnicas básicas hace muchos muchos años... pero la Ferrata del Castellaso ha sido la primera...y no será la última. Juro que llevaré la disipadora en la próxima, y una cuerda de 60... :)

Evidentemente RECOMIENDO UTILIZAR UNA DISIPADORA HOMOLOGADA!!