Un nutrido grupo de Palomas esperan que alguna sea la primera en romper la capa gélida que las separa del agua de la fuente, literalmente. Esta mañana por fin ha helado suficiente para convertir el abrevadero cotidiano en un espejo de hielo. Son las 7 y poco y practico mis ejercicios de PsicoG. En el Horizonte, el Montseny se intuye con las primeras luces, nevado. Y siento la llamada.
Le prometí al pequeño que hoy iríamos a los Bosques Nevados. Así que al llegar a casa tras mi entrenamiento, organizamos en un plis una salida matinal. A eso de las 11 estamos en Santa Fe. La carretera que lleva al Turó de l'Home está cortada -acertadamente, dado que el firme está helado aunque no haya más grosor que unos 3 cm de nieve seca. Por tanto, nos abrigamos y comenzamos un paseo entre las Hayas que se yerguen hacia un cielo cada vez más gris... Ya hay algunos grupos familiares con trineos, perros, suegras y bocadillos.
Vamos recorriendo la pista. Nos vamos alejando del grueso del pelotón... El silencio reina. El bosque nevado es mágico. Aunque la luz, apagada por nubes que anuncian más nieve, absorbe los colores de las cortezas, hojas, musgos, líquenes...todo es como un "blanco y negro". De tanto en tanto suena un canto breve de Mallarenga. Una sombra se desliza velocísima entre las copas de los árboles -una ardilla?-... disfruto del "crec" de mis botas de paseo -las de diario- sobre los trozos helados de nieve compactada. Pasa un esquiador... qué envidia más sana!: este año quería volver a hacer esquí de Montaña, pero diversas circunstancias, y entre ellas la poca nieve caída desde que hicimos la canal occidental del Fajol petit en noviembre, lo han ido postergando. No hay prisa. Tarde o temprano los deseos se convertirán en realidad. Aún no es el momento, pero llegarán...
Ver disfrutar al pequeño con la nieve es un premio más grande que cualquiera de mis "grandes hazañas". Si, lo pongo entre comillas porque "hazañas", lo que se dice hazañas... no he hecho ninguna. Decía Herzog que el mejor Alpinista -o escalador, es igual,...- es el que más intensamente siente. En eso estamos de acuerdo, en que sentir es lo más importante que podemos hacer en esta vida en la que estamos como de prestao... nuestros años son un granito de arena en la playa del tiempo.
Se tumba, corre, se tira, salta, se hunde, se encastra, se sumerge, patina, nada, ... No hay quizás mejor medicina que llevar a un niño-a a un espacio como este en un día como este... Un día que al final no ha sido la "hecatombe" que pronosticaban los medios de descomunicación masiva. Hace frio?...claro, faltaría más, es febrero en el Hemisferio Norte señores. Lo jodido sería que estuviésemos paseando en mangas de camisa y dándonos un bañito en la barceloneta... verdad?.
Ni siquiera nos esforzamos por llegar a algún lugar. No se piensen... yo ya tengo ganas de hacer algún picacho, y creo que no tardaré en hacer una de mis salidas individuales entre semana... Pero hoy, el objetivo es simplemente estar aquí... e intentar sintonizar con esa parte espiritual que cualquier bosque nevado -o sin nevar- retransmite en directo las 24 horas del día para aquell@s que saben sentir y escuchar, ver y observar, oler y degustar.
Los inuits creen que hay dos mundos: el real y el de los espíritus. En el real encontramos las huellas del jabalí que pasó esta noche por la vereda.... en el de los espíritus creo encontrar Paz, armonía, y calma.
Cuando regresamos a "La Tanqueta", están llegando decenas -cientos- de vehiculos. El cielo oscuro quizás les acoja con una pequeña nevada. Por hoy, nosotr@s hemos disfrutado de la "Siberiana" en los hayedos de Sta. Fe.
No puedo pedirle más a la vida. Hemos Jugado juntos en la primera nevada importante de este año en el Montseny. Se hizo esperar.... razón de más para presentar nuestros respetos a los Apus de estas Montañas.