Me viene el aire de cara, suavemente. Es la brisa de la mañana que comienza. Me he levantado con el canto de los primeros pájaros que saludaban al Sol que aparecía tras los bosques de Pino Rojo, y ahora camino despacio en el Bosque... Desde los Chopos crecidos en la ribera del riachuelo canta la Oropéndola, una Ardilla agazapada me observa un segundo antes de desaparecer a grandes saltos, una família de Arrendajos me vigila desde lejos, graznando sonoramente avisando de mi presencia... No tengo tiempo de captar con mi cámara ninguna de estas fugaces imágenes de seres que parecen fantasmas...Siento algo sobre mi cabeza, observo...un Carpintero Real me mira de reojo totalmente inmóvil... Justo cuando levanto la cámara levanta el vuelo y lo engulle la espesura. No va a ser fácil tomar imágenes...almenos de seres que no esten quietos...
Continúo mi sigiloso avance con total prudencia. Esquivando cada rama que sobresale del sendero marcado por los jabalíes y los corzos, pisando con dulzura el sotobosque vestido de todo tipo de plantas herbáceas y rastreras... En ocasiones encuentro alguna huella... Me muevo entre los Ginebros ya cargados de bayas verdes y azules, los Bojs, los retoños de los pocos Robles Martinencs que aquí prosperan, todos ellos bajo la cúpula protectora de los grandes Pinos rematados con sus generosas copas de hojas afiladas.
Caminar tan despacio como sea posible. Cuatro pasos y escuchar atentamente. Abrir el foco de visión para detectar cualquier pequeño movimiento en la floresta... Pasan los minutos... Aquí otra huella, allí el canto de un ave que no puedo identificar, allí el ruido de un lagarto que desaparece en las grietas de una roca -o quizás fue una serpiente?-... Susurran las hojas, silba la brisa entre las copas...huele a Romero que ahora mismo está en pleno apogeo de florecimiento manchando de azulado el Bosque que se extiende a mi alrededor.
De repente aparece desafiante el pequeño Carbonero... Chilla más que canta, me abronca... debo andar cerca de su nido...Me quedo quieto, me acuclillo... apunto... Foto. Esta sí...
Cuando salgo del Bosque me encuentro con los indicadores de la necrópolis de Seguers, y el GR7 que en este tramo se dirige hacia St Pere Sallavinera. Siento apetito...hace ya más de dos horas que dura la sesión de Bosque... Un Bosque que conozco muy bien, pero siempre es diferente. Con sus caracolas perdidas, sus líquenes circulares como dianas...
Desayuno en el refugio y con toda la troupe nos dirigimos en vehículo hacia La Manresana. Una Torre Medieval, de cuando los Cristianos recuperaban estas Tierras a los Moros, y que jugó un importante papel en la guerra de Sucesión alojando al cuerpo de mando austriacista del Mariscal Guido Von Starhemberg, que desde aquí afrontó el avance y las salvas de artillería de las Tropas borbónicas del Duque de Vendôme, en la Batalla de Prats de Rei de 1711.
Hoy en coche, pero esta ruta la hemos hecho en otras ocasiones en BTT... Caminando también es recomendable aunque mejor abandonar la pista y perderse por los senderillos -eso sí, evitando patear los campos sembrados de cebada- Claro que a cada velocidad, le corresponde una u otra sensación y detalle... Hace mucho calor, y algunos campos vestidos de Amarillo nos deslumbran con colores que "parecen mantas que se acuestan sobre las olas que el viento forma sobre el verde mar de cebada." (eso dice el pequeño...siempre tan atento)
Nunca habíamos llegado sin embargo a esta Torre. Está abierta, subimos la escalera, franqueamos la puerta y ascendemos en la penumbra. Desde su "Cima" contemplamos la Anoia, la Alta Segarra... Nuestra vista se pierde mucho más allá, y desde una altura que no parecía tanta desde abajo, contemplamos ensimismados el horizonte. Viaja mi mente a los tiempos del Mariscal... casi escucho los tambores y cañonazos... Mal asunto... el sufrimiento que genera la violencia de los hombres y sus armas... Y regreso mentalmente en silencio a mi Bosque de esta mañana...y comprendo por qué huyen los animales al vernos.
PD: La ruta del Gr7 viene de Pinós, pasa por St Pere Sallavinera y se dirige a Rubió. A lo largo del camino hay diversas sorpresas...que descubrirás o no...según las prisas y el medio de transporte escogido. :)