Soy un Nómada. Mis únicas Banderas son el cielo del día y el manto de estrellas en la noche. Mi Tierra está allí donde piso. Mi cultura es la que comparto e intercambio con las personas que encuentro en el camino. Mi himno es el canto de los pájaros, el susurro de los arroyos cristalinos y el bufido del viento en bosques y cumbres. Mi gente sois tod@s, aunque todavía no os conozca.

martes, 22 de marzo de 2011

Luna de Marzo


Luna Llena de Marzo de 2011. La Luna más grande en 18 años...Un momento que vale la pena vivir, y compartir...

Hemos estado paseando por la Mancha Gris... desde Montjuic al parque del Escorxador. Cualquier excusa es buena y puede servir como entrenamiento. Hoy: caminar.

- ... y qué hacemos aquí?... prefiero seguir caminando...- dice el pequeño cuando llegamos al parque.

Y continuámos... Bordeamos el recinto y salimos en dirección al Gran Dragón de la España Industrial... Y como así se tercia...seguimos por Sants... llegamos a Plaza Espanya... subimos por la avenida Mª Cristina....casi dos horas de paseo...

Hay una exposición de autocares antiguos. Es increible constatar cómo han cambiado los diseños, las prestaciones...Subimos deteniéndonos en algunos modelos en los que posan las gentes que se hacen fotos con los cacharros antiguos...y recuerdo los autobuses que tomé en Nepal para acercarme a los Annapurnas... más hierros que todos estos, y como zumbaban a toda velocidad cargados hasta los topes haciendo sonar su claxon en las enlodadas "carreteras"...

Llegamos a casa. Apenas son las 19.30. No he visto la Luna. Pero durante todo el paseo he pensado en ella, y al oscurecer el cielo la he buscado con la vista a cada momento. Debe estar saliendo por el Este, sobre el Mar. Abro una cerveza...pero algo me impulsa y no puedo evitarlo...

- Me voy, ahora vengo.- dejo mi sopa de cebada en la nevera....

En un momento me planto en el Castillo que domina la ciudad desde la colina marina. Está cerrado a cal y canto. No recordaba ver la puerta infranqueable tras el puente de piedra, cerrada...no podré subir más alto. Me dirijo al paseo del Mar, a un pequeño mirador que domina la escena.

Brilla la Luna sobre el mar en calma. Destaca ahí colgada en el cielo, destaca sobre las luces de los cruceros que arriban con miles de turistas que vienen a disfrutar de la Ciudad Condal... de sus tiendas, de sus paseos, de sus... de lo que ellos buscan. Quizás sólo buscan gastar su dinero en esta gran "tienda", este gran "comercio" que les espera con los brazos abiertos.

Destaca la redonda figura sobre los iluminados vehículos que transitan la Ronda del litoral, sobre los enormes silos de soja refulgentes bajo los focos, sobre las luces de gálibo de las descomunales grúas que manejan los estibadores que parece que funcionan 24 horas sin tregua...sobre los ojos de la lechuza que se agazapa entre los sillares del muro de la fortaleza.

Su reflejo brilla sobre las aguas formando un camino de luz que se lleva mi alma con los delfines.

Estoy casi solo. Si cuando subí a ver el eclipse de Sol en Enero había decenas de aficionados y un ingente despliegue de medios de comunicación, a la Luna ésta va a ser que nadie le hace ni caso.

Pero me baño en su deslumbrante rostro azuzado por la marinada fresca que se levanta desde el Mediterráneo llevándose consigo la polución que flota en el aire sucio de la Ciudad agrisada.

La Luna. Que despierta los más oscuros instintos de los licántropos sedientos de sangre en las mitologias antiguas de medio planeta, que según muchas culturas azuza la inquietud de los enloquecidos, las brujas... de tanto lunático que anda suelto...

Y cuanto más la enfoco, mientras disparo con mi cámara... más me seduce. Y a una foto le sigue otra, y busco la imagen -que no es fácil con esta cámara mía- en un diálogo encerrado entre ella y yo... mientras una pareja se besa en el banco cercano acurrucados por el resplandor ténue y blanquecino...como de marfil, del astro que gobierna las mareas....

Parece una Diana que espera una de mis flechas. Pienso como me encantaría estar viéndola desde mi saco de dormir tumbado sobre las Montañas... Pero ni es una diana a la que pueda llevar mis flechas ni estoy al borde de un lago de altura bañado por las estrellas flotantes...y sin embargo, la emoción es tan intensa que las palabras que escribo no van a poder transmitirla toda...

Envío un pensamiento en silencio hacia ella. Siento un latir profundo. Chapoteo en su luz tomada en préstamo del Sol que ahora se esconde al otro lado del Universo... Y sé que en este mismo momento, caen bombas y misiles sobre Libia. Y no lo entiendo... Lunáticos...