Soy un Nómada. Mis únicas Banderas son el cielo del día y el manto de estrellas en la noche. Mi Tierra está allí donde piso. Mi cultura es la que comparto e intercambio con las personas que encuentro en el camino. Mi himno es el canto de los pájaros, el susurro de los arroyos cristalinos y el bufido del viento en bosques y cumbres. Mi gente sois tod@s, aunque todavía no os conozca.

martes, 30 de noviembre de 2010

Dos Semanas...


Dos semanas...

- Ya sabes. Dos semanas con la rodillera, la mejor es este modelo que te he señalado, y antiinflamatorios cada 6 horas...
- Y no puedo entrenar?
- Nada, reposo absoluto... y en dos semanas vienes a una revisión.

A veces el resultado de una Montaña acaba en algo así, y en ocasiones en algo mucho peor. Así que así  se me planteaban - sin poder salir a caminar ni siquiera por mi Montaña de Montjuic-...Dos semanas de reposo absoluto!!!

Han pasado los días lentos. Poco a poco, sin embargo, han habido pequeños paseos sin prisas, subir y bajar -peor- escaleras...acarrear con la compra cotidiana...subir a tirar unas flechas...-en coche, claro- ... cada día un poco más allá, visualizando como todo se regenera... Estiramientos, masajes... Recuerdos...


Pero ni he tomado los antiinlamatorios ni me puse la rodillera ni he vuelto a la revisión...así te lo digo, de carrerilla.

Ya hace casi tres semanas hoy... Mejor, bastante mejor. Pensando en los nuevos proyectos que me llenan de ilusión, y mira que no pienso hacer los 14 ochomiles ni los 4 nuevos que algunos apuntan, no... más bien la ilusión es de volver a encontrarme allá SOLO... el lugar tampoco importa demasiado mientras la cosa sea diferente a este salón, esta pantalla, este caminito de aprovisionamiento cotidiano... Solo -aunque la compañia también estaría bien- en esas grandes del Norte que ahora se están cubriendo con su manto de invierno... Y no necesariamente en las más grandes... bastaría con encontrar ese lugar, con dejarse llevar a ese punto en el que el corazón casi se pare, la respiración se ahonde, la mente se calme, los sentidos se llenen... el frío se meta entre las prendas calientes y me sienta vivo.

Quizás es un momento de soñar, preparar, proponer... de descansar -justo ahora que había conseguido un óptimo punto de preparación física !- ... de recordar:



Los Dhaulaguiris desde Poon Hill viendo salir el Sol tras los Annapurnas en pleno Monzón... el único día que eso fue posible en aquel verano. El Mar de Montañas desde las más diversas cimas: Mulhacén, Aneto, Perdido, Pica d'Estats... Mi Taga... Los trekkings en los Alpes con el retoño a la espalda haciendo la siesta en medio de las nieblas que se levantaban de los valles... el reciente sueño en mis Alpes Africanos... Los paseos entre la nieve siguiendo las huellas de los habitantes permanentes de las laderas nevadas...



Ya queda menos para la próxima salida.

Un colirrojo se acuclilla en la barandilla del alféizar de mi ventana, me observa... hace dos breves reverencias impulsivas – asi como hacen ellos- ... Y me recuerda que olvidé de dejar unos frutos secos y migas de pan... de hoy no pasará ayudar a estos visitantes emplumados, inflados como bolas por el frío... Y se marcha defraudado en un fugaz aleteo.

Se rompe el cielo en mil tonos de grises y blancos, se mueve...se acerca el agua, la nieve en las cumbres lejanas. Y yo aquí, ensoñado en mi refugio de la Montaña que tiene a la Ciudad Gris rodeada... esperando el nuevo momento.