El café con leche soluble humea sobre la mesa. Consulto la última actualización de la Meteo en el Pirineo. Según los datos que hay, a 2500 m de altura hoy habrá viento de unos 50 km/h, pero hará Sol hasta medio día, cuando el cielo tenderá a cubrirse con nubes altas. Tampoco hará frío, la isoterma de cero grados está situada a unos 3000 m. Repiquetea nervioso el lápiz mientras tomo nota de esto, y compongo los últimos detalles de la Mochila de ataque.
- Vais al Balandrau? Fontlletera está un poco más adelante no?
- Sí, pero los que saben han dicho que así haremos más recorrido...
- Ajá... vale ... gracias!
Sigo en la tanqueta, y dos curvas más allá empiezo a pisar nieve con las ruedas. De todas formas no me gusta andar por pistas, así que haré menos recorrido... pero y eso qué más da?.
Cuando dejo atrás el sendero de Fontlletera, no paso de un par de tramos más de pista, porque al girar a Norte, ésta está impracticable. Estoy a unos 2000 m de altura. Hacia el refugio forestal que hay a mi izquierda, veo un 4x4 que a punto ha estado de caer pendiente abajo. Una grúa y una quitanieves-tractor están haciendo lo posible por sacarlo del atolladero. Me pongo la ropa de "trabajo", apaño la mochila y desciendo la pista nevada hasta llegar a la curva del torrente de Font, que sube hacia el Clot de la Congesta. Se ve la Montaña con poca nieve, pero ya en la pista he dado dos resbalones con placas de hielo. Con cuidado. Aunque diviso arriba a mi derecha el sendero de Fontlletera, cruzo al lado opuesto del valle y entomo en oblicuo la vertiente Este y empiezo a subir a través, que es como más disfruto, sin seguir caminos marcados. Unos metros más arriba constato que las manchas de nieve están heladas, así que ando con toda la atención enfocada, metiendo el pie en los espacios libres de nieve, a veces en la huella de un rebeco, a veces haciendo un pequeño escalón con los bastones... Pero aquí no estimo conveniente calzar los crampones: iría quedándome clavado más de una vez en la tierra y el pasto, y eso no es mejor que lo que estoy haciendo. No sería más seguro. Y si vas solo, la seguridad ante todo.
Progreso muy rápido. Intuyo el camino en el Viento que sopla cada vez más fuerte mientras llego a la divisoria. Mi escalera natural funciona a las mil maravillas y no tardo demasiado en llegar a la amplia cresta, vertiente o arista, desnuda de nieve en su mayor parte como efecto del viento. No sé si voy a encontrar algún problema para enlazar con las últimas pendientes del Balandrau. De hecho, hay momentos en los que el pico que queda a mi derecha me confunde, y pienso por momentos haberme equivocado de montaña. Pero ni por esas saco el mapa, solamente intento recordarlo con fuerza.
- Mira que si subo y no es el Balandrau... si es esta otra me va a quedar lejos! -pienso...
Y en estas aparece el Quebrantahuesos en el silencio más absoluto. Con su vuelo perfecto, sin mover ni una pluma... no me da tiempo de sacar la cámara que ya se ha ido, y mi corazón late fuerte de emoción... el Quebrantahuesos!!
Veo las Montañas de Montserrat como si fuesen un Barco fantasma en el horizonte navegando sobre las neblinas que tapan los valles. Me azota cada vez más fuerte el viento, y pienso en por qué subo Montañas. Decía Messner que las Montañas no tienen sentimientos, que somos nosotros los que se los atribuimos. Yo, sólo sé que subiré Montañas mientras pueda caminar.
Llego a la cota de los 2500 m. Diviso una franja de nieve que presumo blanda. Me acerco pues sin crampones y entro a puntadas abriendo escalones con las botas. En algún momento, en las últimas rampas, la nieve está todavía tan dura pese a lo avanzado de la mañana que tengo que "cantear". Parar a ponerme los crampones ahora que quedan veinte metros sería una imprudencia, más que nada porque aquí en medio tendría muchas posibilidades de que algo cayera pendiente abajo... la mochila, o un crampón...o yo mismo. Así que le meto fuerte y paso el tramo sin problema.
Y el viento me azota ahora. Las previsiones han sido perfectas, clavadas. Me cuesta hacer fotos y sostenerme firme... Paseo la carena y llego al otro extremo del pico. El circo de Nuria me saluda, y durante unos minutos contemplo el panorama, recordando la tragedia de diciembre de 2000 que se dió en esta Montaña. Veo la bandera arrancada de cuajo, y no voy a ser yo quien la levante... hago más tomas, alguna foto, y comienzo el descenso acompañado de una mezcla de sensaciones, sentimientos y pensamientos. Ahora iré en busca del sendero por el que toda la travesía he ido viendo grupos que subían. Me los encontraré de bajada... Pero antes no puedo dejar de subir los tres picos.Como una Montaña rusa, nunca mejor dicho, subo y bajo los tres montículos y al descender del último me llaman la atención unas huellas en la nieve. Si no son de Lobo, serán de algún gran perro, sin embargo no veo huella humana. Dejad que sueñe pues que el amigo Lobo ha vuelto a pasar por estas Montañas!.
Sigo hacia abajo, cruzándome con los grupos que vienen por la ruta normal. Y empiezo a correr. Tengo ganas de llegar a la Tanqueta, comerme el bocata y beber algo. En una hora más de rápido descenso acabo la jornada de entrenamiento en altura que en definitiva habrá durado tres horas justas. Miro hacia atrás, antes de salir de allí. Espero que nieve, si no es así este verano vamos a tener tortas para ducharnos si no es que también nos suben el precio del agua!
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