Soy un Nómada. Mis únicas Banderas son el cielo del día y el manto de estrellas en la noche. Mi Tierra está allí donde piso. Mi cultura es la que comparto e intercambio con las personas que encuentro en el camino. Mi himno es el canto de los pájaros, el susurro de los arroyos cristalinos y el bufido del viento en bosques y cumbres. Mi gente sois tod@s, aunque todavía no os conozca.

miércoles, 5 de enero de 2011

CAZAR AL SOL

Pasó la noche. No fue precisamente una de esas noches en las que caes como un muerto y te quedas frito hasta que te levantas... Así que cuando me vuelvo a despertar por tercera vez a eso de las 7.30, el diablillo ese que vive en algún rinconcito de mi cabeza me interpela...

- Con lo calentito que estas ahora, lo mal que dormiste... para qué levantarte? No seas tonto... duerme...

Pero hace años que juega conmigo, y casi siempre pierde... por norma. Me levanto. Zumo natural de naranja, un cortadito con miel y un par de galletas... Salgo de mi refugio con el mínimo equipo y peso, o sea mi cámara. Y avanti Populo quam piuma al vento, que hoy toca entreno... y hay eclipse!.


A los 15 minutos estoy pasando cerca del Estadio Olímpico. El color del cielo hacia el Este promete: ... una buena experiencia seguro... sólo estos tonos naranjas reflejados en las nubecillas "estratosféricas" ya valen mucho la pena... aligero el paso, subo el repechón del campo de aeromodelismo, y guardo mis manos en las mangas del forro polar... Hace frío. Incluso levanto mi braga de cuello y me tapo la boca. Miro el termómetro del reloj multiusos que cuelga de la funda de la cámara: 4º.

Cuando camino rápido entro en trance. Creo que eso nos pasa a much@s ...Antes corría... pero ahora, me reservo al máximo para no machacar mis ya bastante jodidas articulaciones: demasiados esguinces, demasiados ... la caída en Pineta, los esguinces en la Pica -dos o tres!-, la rodilla esquiando en Alto campoo, el trompazo del Toubkal...mejor no pienso en ello.


Llego al campo de tiro con arco del castillo, cronómetro: 32 minutos. Muy buen tiempo. Observo el cielo: los colores que vi antes se han ido... parece como si estuviera oscureciendo. Hoy no toca Arco y Flechas, aún así bajo al foso, saludo a los Grandes Olmos, compruebo que todo esté en orden... me estiro un poco, y entomo de nuevo las escaleras y me dirijo rodeando la gran zanja enjardinada hacia la zona superior del Castillo. Cuando llego, veo que no soy el único "sonao" que ha decidido venir a cazar al Sol. Unos cuantos bastantes fotógrafos y aficionados a la astronomía andan por aquí con sus artilugios, incluso una furgona y un par de coches de la TV3... gente y cacharros para captar ese momento mágico: supercamarans, macrotelescopicons y megafilters...


42 minutos en total. Desnivel Positivo Acumulado 142 m. Temperatura 4º. Viento Flojo del NE. Sensación? Perfecto. Me subo a la peana en la que se yergue el Cañón de mi derecha. Y observo los trajines de los estibadores y sus gigantes máquinas entre guiños amarillos de sus luces intermitentes, observo la gran serpiente que se desliza por el cinturón litoral, con tanta gente en su interior, separados en sus cubículos móviles... Observo el horizonte gris, los humos - una mierda necesaria?-que suben a la atmósfera, los millones de containers repletos de mercancias ... muchas de las cuales acabarán en la incineradora o los vertederos...cosas del destino en el capitalismo desatinado.

Preparo la cámara. No tengo filtros así que improviso con las gafas de sol que he traído. Estoy a unos metros del mogollón... se pasan por mi vera los gorriones, que helados, no dejan más que una patita sobre la fría piedra del muro que nos separa del abismo...guardando la otra bajo sus plumas para mantener el máximo calor posible. Por un rato me distraigo con ellos...

Por momentos oscurece. Voy tomando fotos. Pruebo esto, ahora aquello, ... y respiro intensamente. Siento el viento frío... el olor del mar... Me fascino con el reflejo naranja de varios soles sobre las plácidas aguas del Mediterráneo...Pasan los aviones camino de su aterrizaje justo por delante de una especie de Hiroshima... Y sonrío ... esa nube que lo está tapando todo a mí me va a venir de perlas... Porque sin ella jugaría en desventaja. 



Y pasan los minutos. Casi una hora entera. Experimentando uno de los mayores espectáculos de la Naturaleza. De hecho, cuando doy por terminada la sesión y sigo mi entrenamiento -ahora toca bajar y van a ser otros 35 o 40 minutos- está más oscuro que cuando llegué... Y sin pensarlo echo a correr, corro!...yeeeehaa!!...bajo corriendo un buen trecho. Y me siento lleno de energía, y contento... contento de haber cazado al Sol, fascinado por este comienzo Estelar de un año que promete tanto... Sigo entrenando, en la Montaña que tiene a la ciudad rodeada, Más Mágica que Nunca.